“Hoy, mi cuerpo, fué una masacre televisiva
Hoy, mi cuerpo, fué una masacre televisiva
que tuvo que adaptarse a clips de sonido
y limitación de palabras,
Hoy, mi cuerpo, fué una masacre televisiva
que tuvo que adaptarse a clips de sonido
y limitación de palabras,
lo sificientemente rellenadas con estadísticas,
contadores, medidas, respuestas
para las que he tenido que perfeccionar mi inglés
y he aprendido mis resoluciones de las Naciones Unidas
pero aún así, él me ha preguntado
«Srta. Ziadah
¿no piensa que todo se arreglaría si dejasen de enseñar tanto odio a sus hijos?»
Pausa.
Busqué dentro de mi fortaleza para ser paciente,
pero la paciencia no está en la punta de mi lengua
mientras las bombas caen sobre Gaza.
La paciencia simplemente se ha escapado de mi.
Pausa.
Smile.
Nosotros enseñamos vida, señor
Rafeef, recuerda sonreir.
Pausa.
Nosotros enseñamos vida, señor
Nosotros, los palestinos, enseñamos vida
después de que ellos,
hayan ocupado el último cielo.
Nosotros, enseñamos vida
después de que ellos
hayan construdio sus asentamientos
y sus muros del Apartheid,
después el último cielo
Nosotros enseñamos vida, señor
Pereo hoy, mi cuerpo, fué una masacre televisiva
fabricada para adapatarse a clips de sonido y limitación de palabras
Pero, danos tan sólo una historia
una historia humana
sabes, esto no es política
nosotros tan sólo queremos
hablarle a la gente sobre ti y tu gente
así que, danos una historia humana
no menciones las palabras Apartheid y ocupación
esto no es política
tienes que ayudarme, como periodista,
a ayudarte a contar tu historia,
lo cual no es una historia política.
Hoy, mi cuerpo fué una masacre televisiva
¿Qué hay si nos das la historia de una mujer en Gaza que necesita medicación?
¿Qué hay acerca de ti?
¿Tienes «los huesos suficientemente rotos» para cubrir a su hijo, entregarme a tu muerto, y darme la lista de sus nombres en un límite de 1200 palabras?
Hoy, mi cuerpo, fué una masacre televisiva
fabricada para adapatarse a clips de sonido y limitación de palabras
y movido por aquellos insensibles
a la sangre de terroristas.
Pero ellos lo sienten.
Lo sienten, por el asedio sobre Gaza.
Así que, les dí las resoluciones de las Naciones Unidas,
y las estadísticas,
y lo condenamos,
y lo lamentamos,
y lo rechazamos.
Esto no son dos bandos iguales,
ocupante y ocupado,
y un centenar de muertos,
dos centenares de muertos,
y un millar de muertos
y entre medio de este crimen de guerra y masacre,
he construido palabras y sonrisa no exótica,
sonrisa no terrorista,
y conté y reconté,
un centenar de muertos,
dos centenares de muertos,
un millar de muertos.
¿Hay alguien ahí fuera?
¿Habrá alguien que me escuche?
Desearía poder plañir sobre sus cuerpos,
desearía simplemente poder corre allí,
a cada campo de refugiados,
y sostener a cada niño,
taparles los oídos para que
no tuvieran que escuchar
el sonido de las bombas
por el resto de sus vidas,
como yo hago.
Hoy, mi cuerpo, fué una masacre televisiva
y dejadme decir
que:
no hay nada que vuestras resoluciones
de las Naciones Unidas
hayan hecho
jamás sobre esto.
Y ningún clip de sonido,
Ningún clip de sonido,
que haga,
no importa
cuan buen inglés tenga,
ningún clip de sonido,
ningún clip de sonido,
ningún clip de sonido,
ningún clip de sonido,
les devolverá a la vida,
ningún clip de sonido,
arreglará esto.
Nosotros enseñamos vida, señor
Nosotros enseñamos vida, señor
Nosotros, los Palestinos
nos levantamos cada mañana
para enseñarle al resto del mundo
Vida, señor.”
Rafeef Ziadah